Tapas de mezclador higiénicas incorporadas son accesorios esenciales en entornos donde la limpieza y la seguridad del agua son primordiales. Estos grifos se utilizan ampliamente en instalaciones de salud, laboratorios, plantas de procesamiento de alimentos y otros lugares que requieren estrictos estándares de higiene. La composición material de estos TAP juega un papel crucial para garantizar su durabilidad, resistencia a la corrosión y cumplimiento de las regulaciones de salud.
Los grifos de mezcladores higiénicos incorporados deben soportar una limpieza frecuente con productos químicos fuertes, resistir el crecimiento microbiano y evitar contaminar el suministro de agua. Por lo tanto, los materiales utilizados en su construcción deben ofrecer resistencia a la corrosión, resistencia mecánica y biocompatibilidad. La selección adecuada del material reduce las necesidades de mantenimiento, evita las fugas y extiende la vida útil del producto, todo al tiempo que garantiza la seguridad del usuario.
Un toque de mezclador higiénico incorporado consta de varias partes clave, cada una hecha de materiales elegidos para propiedades funcionales e higiénicas específicas.
1. Toque Cuerpo
El cuerpo del grifo forma la estructura principal y alberga los componentes internos.
Material: El cuerpo del grifo está hecha generalmente de latón de alto grado o acero inoxidable.
Latón: se prefieren que las aleaciones de latón sin plomo cumplan con las regulaciones de agua potable. La aleación generalmente consiste en cobre (alrededor de 60-70%), zinc (aproximadamente 30-40%) y pequeñas cantidades de otros elementos como estaño o níquel para mayor resistencia y resistencia a la corrosión.
Acero inoxidable: los grados como el acero inoxidable 304 o 316 son comunes para su resistencia a la corrosión, especialmente en ambientes expuestos a agentes de limpieza agresivos o humedad. El acero inoxidable también se favorece por su superficie lisa, lo que inhibe la adhesión bacteriana.
La elección entre latón y acero inoxidable depende de los requisitos de aplicación y los estándares reglamentarios.
2. Cartucho interno
El cartucho controla la mezcla y el flujo de agua.
Material: los discos de cerámica alojados en cartuchos de plástico o metal son estándar.
Cerámica: los discos están hechos de materiales de cerámica de alta resistencia, valorados por su resistencia al desgaste y al funcionamiento suave.
Carcasa: la carcasa del cartucho se puede construir a partir de plásticos duraderos como POM (polioximetileno) o aleaciones de metal que resisten la corrosión y el estrés mecánico.
Los cartuchos de cerámica aseguran un control preciso de la temperatura y la confiabilidad a largo plazo.
3. Sellos y juntas
Los sellos evitan fugas y contaminación entre componentes.
Material: las focas y las juntas generalmente están hechas de elastómeros como EPDM (monómero de etileno propilen dieneno), NBR (caucho de nitrilo) o silicona.
Propiedades: estos materiales son resistentes al calor, los productos químicos y el crecimiento microbiano, asegurando un sello apretado incluso bajo frecuentes variaciones de limpieza y temperatura.
Elegir los materiales de sello correctos es vital para mantener la higiene y la durabilidad.
4. Acabados superficiales
Los tratamientos superficiales mejoran las propiedades higiénicas del grifo.
Columna de cromo: muchos cuerpos de latón están chapados en cromo para proporcionar una superficie suave y fácil de limpiar que resiste la corrosión y los rasguños.
Pulido: los grifos de acero inoxidable a menudo experimentan electropolishing, lo que elimina la rugosidad de la superficie microscópica, reduce la adhesión bacteriana y facilita la limpieza.
Recubrimientos: algunos grifos cuentan con recubrimientos antibacterianos que inhiben aún más el crecimiento microbiano.
El acabado de superficie adecuado contribuye significativamente al atractivo de higiene y estética.
Cumplimiento de los estándares de higiene
Los materiales utilizados en los grifos de mezcladores higiénicos incorporados deben cumplir con regulaciones estrictas para garantizar la seguridad.
Seguridad del agua potable: el contenido de plomo en las aleaciones de latón se minimiza para cumplir con estándares como NSF/ANSI 61 o directivas europeas de agua potable.
Prevención de biopelículas: las superficies lisas y no porosas hechas de acero inoxidable o latón cromado reducen la formación de biopelículas, esenciales para los sistemas de agua sanitaria.
Resistencia química: los materiales deben resistir la exposición frecuente a desinfectantes y agentes de limpieza sin degradación.